La luz, tanto natural como artificial, está presente en nuestras vidas en todo momento, desde el sol al iniciar el día, la pantalla de tu celular, tu computadora, las lámparas que iluminan los espacios, y un sinfín de actividades de la vida cotidiana.
Gracias a la tecnología y el avance de la ciencia, la luz también se ha utilizado para curar enfermedades o padecimientos. Esto es gracias a que la iluminación juega un papel muy importante en nuestra salud.
Desde hace ya casi 50 años se ha desarrollado y aplicado una terapia basada en luz llamada “terapia fotodinámica”. En un inicio fue utilizada para el tratamiento de cáncer, pero se han realizado estudios para aplicarla en patologías de la piel y curar infecciones.
¿Cómo ayuda la luz al cuerpo humano? A grandes rasgos se basa en que ciertos compuestos (fotosensibilizadores) son capaces de absorber luz y, que al hacerlo, pasan a un estado de mayor energía en el que pueden iniciar reacciones químicas dañinas para las células malignas.
Pero no solamente ha sido utilizada para dañar células. Un experimento con ratones comprobó que observar durante un tiempo una luz LED parpadeante producía cambios en la parte visual del cerebro, aumentando proteínas que regular la respuesta inmune y la supervivencia celular.
Esto abre la posibilidad de tratar padecimientos cerebrales como el Alzheimer o Parkinson sin invasión o incluso para acelerar la curación del sistema nervioso. Actualmente es muy utilizados en bebés prematuros, incubadoras y tratamientos de belleza.
Así que la próxima vez que salgas, piensa en todos los beneficios que puede tener la luz sobre tu cuerpo.