Existen algunas bacterias que se han vuelto resistentes a antibióticos y otros medicamentos, algo que se ha convertido en un problema de salud pública. La electricidad, incluso con voltaje muy bajo, ha demostrado ser efectiva para matar bacterias.
La electricidad causa que la membrana que protege la bacteria deje de hacer debidamente su trabajo de protección frente a sustancias que las puedan dañar, dejando que entren dentro de la bacteria y la maten.
El equipo de Yong Wang, de la Universidad de Arkansas en Estados Unidos, ha comprobado esa utilidad de la electricidad de muy bajo voltaje. La investigación habla sobre la vulnerabilidad de las bacterias a la electricidad y abre la puerta a nuevos métodos de lucha contra las bacterias resistentes a los medicamentos.
Utilizando bacterias E. coli, el equipo comprobó que la electricidad de muy bajo voltaje aplicada durante 30 minutos creó agujeros en la membrana de la célula bacteriana que permitieron el paso indebido de pequeñas moléculas matando a la bacteria. No era necesaria una corriente eléctrica mayor.
Aunque la propiedad antimicrobiana de la electricidad se conoce desde hace mucho tiempo, no se sabía cómo exactamente la electricidad de voltaje ultra bajo daña y finalmente mata a las bacterias.
Wang explica que tal electricidad de bajo voltaje podría, por ejemplo, ser usada para esterilizar un pomo de puerta u otras superficies muy expuestas a contaminarse con gérmenes por ser tocadas por mucha gente muy a menudo. La electricidad mataría a las bacterias sin causar ningún daño a los humanos.